Este Año de la Familia Amoris Laetitia, convocado por el papa Francisco, coincide en sus primeros meses con el año especial dedicado a San José. Por tanto, delante de esta imagen de la Sagrada Familia ponemos especial atención en San José, modelo en la ternura, la obediencia, la acogida, la valentía, el trabajo, la paternidad..., para la vida de todo cristiano. Pedimos además, ante las reliquias de S. Juan Pablo II, su intercesión para nuestra familia.
Iniciamos esta pequeña celebración con un canto que conozcamos, o escuchamos el himno a San José.
El padre o la madre leen el siguiente evangelio:
+ Lectura del santo Evangelio según San Mateo (Mt 2, 13-15. 19-23)
“Cuando ellos se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». José se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo».
Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y vuelve a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño». Se levantó, tomó al niño y a su madre y volvió a la tierra de Israel.
Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes tuvo miedo de ir allá. Y avisado en sueños se retiró a Galilea y se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo dicho por medio de los profetas, que se llamaría nazareno.”
Palabra del Señor.
Comentamos en familia este evangelio y podemos leer algún pasaje que nos llame más la atención de la Carta Apostólica Patris Corde sobre San José.
Presentamos a continuación nuestras peticiones al Señor:
Oremos a Dios Padre, en este día en el que las reliquias de San Juan Pablo II visitan nuestro hogar, especialmente apoyados en la intercesión de san José, custodio de la vida del Salvador.
Cada miembro de la familia presenta sus peticiones.
Concluímos las peticiones rezando juntos el Padrenuestro:
Padrenuestro que estás en el cielo,...
Para finalizar, pedimos a san Juan Pablo II su intercesión:
¡Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo concédenos tu bendición!
Bendice a la Iglesia, que tú has amado, servido, y guiado, animándola a caminar con coraje por los senderos del mundo para llevar a Jesús a todos y a todos a Jesús.
Bendice a los jóvenes, que han sido tu gran pasión. Concédeles volver a soñar, volver a mirar hacia lo alto para encontrar la luz, que ilumina los caminos de la vida en la tierra.
Bendice a las familias, ¡bendice a cada familia! Tú advertiste el asalto de Satanás contra esta preciosa e indispensable chispita de Cielo, la familia, que Dios encendió sobre la tierra. San Juan Pablo, con tu oración protege las familias y cada vida que brota en la familia.
Ruega por el mundo entero, todavía marcado por tensiones, guerras e injusticias. Tú te opusiste a la guerra invocando el diálogo y sembrando el amor: ruega por nosotros, para que seamos incansables sembradores de paz.
Oh San Juan Pablo, desde la ventana del Cielo, donde te vemos junto a María, haz descender sobre todos nosotros la bendición de Dios. Amén.
SAN JUAN PABLO II, RUEGA POR NOSOTROS